¿Es un procedimiento doloroso?
El alargamiento óseo puede ser un procedimiento doloroso, aunque el nivel de dolor varía según el paciente. El dolor se debe principalmente a la separación progresiva del hueso, la tensión en los tejidos blandos (músculos, nervios, vasos sanguíneos) y la inflamación.
Fases del dolor y manejo
Postoperatorio inmediato:
- Dolor moderado a intenso debido a la cirugía.
- Se controla con analgésicos y, en algunos casos, bloqueos nerviosos.
Fase de distracción (alargamiento activo):
- Puede causar molestias o dolor tipo tirantez por la tensión en músculos y nervios.
- Se maneja con analgésicos, fisioterapia y ajustes en la velocidad de distracción.
Fase de consolidación:
- El dolor suele disminuir progresivamente a medida que el hueso se endurece.
- Puede persistir cierta incomodidad por la inmovilización y el uso de dispositivos de fijación.
Factores que influyen en el dolor:
- Técnica utilizada (clavos intramedulares suelen ser menos dolorosos que fijadores externos).
- Tolerancia individual al dolor.
- Calidad de la rehabilitación y el manejo del dolor con medicamentos.