¿Cómo es el proceso de recuperación?
La recuperación después de un alargamiento óseo es un proceso gradual que se divide en tres etapas:
Alargamiento del hueso: Durante esta fase, que dura aproximadamente un mes por cada 3 cm de crecimiento, se separa el hueso poco a poco para que el cuerpo forme tejido nuevo. Puede haber algunas molestias, pero se controlan con medicamentos y fisioterapia.
Fortalecimiento del hueso: Una vez alcanzada la longitud deseada, el hueso necesita tiempo para endurecerse. Esta fase suele durar el doble del tiempo que tomó el alargamiento. En este periodo, se puede empezar a apoyar la pierna poco a poco con ayuda de muletas.
Rehabilitación y regreso a la actividad: A medida que el hueso se fortalece, la fisioterapia ayuda a recuperar fuerza y movimiento. La mayoría de los pacientes vuelven a sus actividades normales en unos meses, aunque el tiempo exacto varía según cada caso.